El cine de vampiros ha tomado muchos matices durante su vida en la pantalla grande. Desde la aventura que nos presenta la saga de Underworld, la elegancia de Gary Olmman en la piel del Drácula de Coppola, el misticismo de Interview with the vampire en palabras de Anne Rice, y más reciente la poco espectacular The Twilight Saga, son algunos ejemplos de la versatilidad de estos personajes en el séptimo arte. Pero, haciendo un pequeño paréntesis, nos encontramos más recientemente con una película que ofrece sin duda un platillo de sangre rara al espectador.
Only Lovers Left Alive, o traducida al español como Solo los amantes sobreviven, más que una película, es un hermoso poema visual que nos golpea con cada verso que lo conforma. Un guion sustentado, personajes cautivantes, fotografía embriagante y una banda sonora hipnótica, son inyectados a la yugular y fluyen por los cauces del cuerpo volviéndonos fieles siervos de la pantalla durante dos horas. Sublevados ante tales rimas y versos, es importante resaltar los aspectos más llamativos y seductores de esa copa sangrienta.
Desde el nombre de Jim Jarmusch como director, dilucidamos que el material es diferente, pues hablamos de un director que por lo visto (pues desconozco gran parte de su filmografía) se ha regido básicamente en el terreno independiente. Estos rasgos de cine "Underground" (¡Vaya palabra!), se hacen presentes en un presupuesto de 7 millones y en un guion que hace mella en el misticismo de sus personajes, su personalidad, ideas, sentimientos... Su esencia.
El guion, escrito por el director, genera una historia alrededor de Adam y Eve, dos vampiros de largo recorrido en la tierra y que están enamorados. Ambos seres viven separados y durante el transcurso de la historia vuelven a unirse después de un tiempo, centrando la narrativa en sus ideas, sus experiencias y su sentir con respecto al mundo que han visto cambiar muchas veces. Girando entorno a esta temática, la película muestra una narrativa lenta y que poco a poco va llenando de sucesos impredecibles la vida pacifica de los amantes.
La sucesión de los eventos externos que alteran la vida de los vampiros, quienes pretenden llevar una vida tranquila (O eternidad), harán que percibamos a cada momento su sufrimiento y agonía. Seres sensibles, amantes de las artes y la ciencia que ven en la degradación de la humanidad su propia extinción. Los "Zombies", como llaman a los humanos, son el resultado de una vida malsana que pone en jaque la existencia de los amantes, quienes deben beber sangre no contaminada para sobrevivir.
Ya se establecieron las rimas del poema, pero para una correcta declamación hacen falta dos soberbios interpretes. Tom Hiddelston y Tilda Swinton encarnan la piel de Adam y Eve respectivamente. Hiddelston por su parte, entra a los avismos más oscuros del infierno y nos entrega un Adam melancólico, depresivo, genio, musico y artista, un hombre sensible que ve con pesimismo la esencia del mundo que le rodea. Dentro de la historia, el personaje de Christopher Marlowe, menciona que de haber conocido a Adam mucho antes, el hubiera sido su perfecto Hamlet. No seria Hamlet, pero Hiddelston sin duda logró transmitir toda esa pasión, oscuridad y agonía que cernían a su personaje y nos abrazaba el alma cada vez que lo veíamos en escena.
Tilda Swinton, bueno... El nombre habla solo. El personaje de Eve, en la historia cuenta con mucha más edad que su compañero de eternidad, lo cual hace que podamos apreciar a una vampiresa muy sensible, astuta, calculadora y a diferencia de su compañero un poco más optimista sobre el destino que abraza al mundo. En la piel de Eve, Tilda no solo logra encarnar cada una de las características mencionadas, sobre todo, nos embriaga y somete en la hipnosis cautivadora y sensual del personaje, y todo ello sin tener que bebernos la sangre. No puedo dejar de mencionar que, aunado a dos soberbias actuaciones, encontramos un guion que juega con la vida y experiencia de los amantes, haciendo referencias históricas a personajes celebres que han conocido o intervenido en algún momento en la vida de los vampiros. Nikola Tesla, Allan Poe, Christopher Marlowe, vaya que suena horrible.
Por otro lado, la contemporaneidad en que existe la película nos regala paisajes lúgubres y diferentes entre ellos. Tánger y Detroit son las referentes de la cinta, sobre todo la ciudad norteamericana en donde Adam pasa la eternidad creando música. En Tánger, nos vemos embriagados por una fotografía llena de melancolía y tristeza, en la que Eve y su amigo Marlowe comparten ideas, experiencias y arte. Por otro lado, la Ditorit de Adam nos abraza de un ambiente industrializado y de orden más sombrío, decadente y gélido. Probablemente sea Detroit la referencia simbólica más cercana a la vida de los amantes, ya que es acá donde sus vidas se transforman, desde la llegada de Ava (Hermana de Eve), hasta el final del proveedor de instrumentos de Adam.
Como un estribillo seguro de su eternidad en el poema, la música nos hipnotiza durante todo el recorrido. Nos chocamos con una mezcla de rock psicodélico, soul, experimental, stoner y space… Estos sonidos se funden y entran en una vorágine que los escupe como piezas de arte dignas de ser tocadas solo por el personaje de Adam. Lo cierto es que la música no estuvo a cargo de nuestro melancólico amante, ya que Jozef Van Wissem y la banda norteamericana SQURL, tomaron las riendas de la banda sonora. La estética de estas piezas fue quizá el elemento que nos permitió saborear mejor la belleza del poema. Cada plano, cada frase, cada gesto, todo se veía acogido por la música y su misticismo, haciéndonos entrar en carne propia en las emociones de los protagonistas. ¡No hay mejor poema que la propia música!.
Finalmente, el poema llega a su apoteosis de la mano de dos extraordinarios momentos: Un reflexivo, frio y crudo análisis sobre la existencia con forma de dialogo y, la respuesta a la interrogante planteada por el titulo de la película: Solo sobreviven los amantes, una película llena de oscuridad, reflexión, melancolía, romanticismo y decadencia, en la que solo sobreviven el arte, y por supuesto... los amantes.
Puntuación: 5/5 😸😸😸😸😸
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