Llevaba buen tiempo contaminado de información visual sobre la película "The Witch" del año 2015, pero no fue sino hasta la semana pasada que en una noche de desvelo decidí por fin cerrar el pentáculo y verla. He de decir que desde el primer minuto quedé suspendido en el tiempo en la Nueva Inglaterra del siglo XVII. Imagina mi sorpresa cuando me entero qué esta película es una opera prima, en este caso del director Robert Eggers, quien con una sutil caricia nos regala no solo una soberbia película de terror sobrenatural, sino también una obra de arte.
A modo de sinopsis y contextualizando al espectador que aun no ve la película, y sin revelar muchos detalles, diremos que: La historia nos sitúa con una familia de Nueva Inglaterra en el siglo XVII, quienes son expulsados de su comunidad y se ven forzados a establecer su nuevo hogar en las afueras de un enorme bosque. Todo se comienza a complicar cuando uno de los miembros de la familia desaparece y da pie al preludio de catástrofes en la familia.