miércoles, 24 de marzo de 2021

BLOOD C: EL LEGADO MENOSPRECIADO DE THE LAST VAMPIRE

   

Hace ya un tiempo de la última publicación, y con la intención de retomar un enfoque más dirigido a las historias que a tecnicismos cinematográficos, he aquí la nueva entrada dedicada a un pequeño vástago de una saga bastante interesante. 

Blood C es un anime concebido en el 2011. La serie resalta por sus géneros sobrenatural, psicológico y gore. Pero el origen de ésta historia se remonta a la película The Last Vampire de 2002, película que ha dado origen a la franquicia audiovisual, contando con dos series (Blood C y Blood +), dos películas animadas (The last Vampire y The Last Dark), y una película live action homónima a la de 2002. Cabe destacar que Blood C y Blood + , son continuaciones alternativas por separado de la película, y ninguna tiene relación directa entre si. 

En esta ocasión quise escribir de Blood C por una razón: Menosprecio. De todas las versiones que integran la saga, Blood C es la más atacada, utilizando por lo general argumentos muy subjetivos y poco fundamentados. Quizá porqué de todas las versiones que integran la franquicia, y al ser la tercera es salir después de The Last Vamipre y Blood +, fue la que más cambios mostró respecto a sus predecesoras. Por otro lado, no todo cambio es malo, ¿verdad?. Es por ello que en esta ocasión, se mostraran algunos puntos que se suelen atacar de la obra, analizándola como unidad y no como parte de un conjunto, de esta manera seguro se podrá alcanzar una mejor apreciación.

Primero pongámonos en contexto: La historia  nos narra la vida de Saya Kisaragi, una estudiante de preparatoria que vive una vida normal mientras sale con sus amigos, ayuda en su hogar y come todas las mañanas en en mismo café de un pueblo pequeño. Por las noches, Saya es encomendada por su padre con la misión de acabar con unos seres llamados "Furukimono", los cuales han vivido desde tiempos inmemoriales y se alimentan de seres humanos. Blandiendo su katana, Saya lucha contra estos curiosos personajes para aniquilarlos, los cuales comienzan a perturbar su vida cuando comienzan a comunicarse con ella. 

Como sinopsis, supongo que lo anterior es suficiente, pues las revelaciones (spoilers) no son mi fuerte. Lo primero que hay que tener en cuenta es que no solo Blood C, sino toda la saga Blood, contiene más  preguntas que respuestas. En el caso de Saya como personaje, encontramos a una chica bastante carismática, alegre y un poco distraída, respetuosa de su padre y de sus labores como sacerdotisa en el templo en el que vive. Aunque esa personalidad tan serena parece esfumarse cuando comienza su lucha con los Furukimonos, obteniendo así no solo una mirada intensa sino una personalidad indómita, que no desistirá hasta acabar con sus oponentes.    


Esa dualidad en su personalidad es sin duda un gancho, ya que desde el primer episodio podemos notar esos cambios que generan una intriga muy fuerte por el personaje. Será hasta el final de la serie, el momento en donde encontramos las condicionantes de esa dualidad. Curiosamente, ésta versión de Saya se acerca más a la versión de The Last Vampire,  sobre todo en esa frivolidad que proyecta al momento de la lucha, pero aun así manteniéndose como un personaje único y diferente respecto a sus otras versiones. 


En cuanto a la narrativa de la historia, siempre se ha clasificado como "muy lenta" o "poco interesante".  Claro que es lenta, pero poco interesante... ni de chiste. Al ser una serie corta con 12 capítulos de 20 minutos, o poco más cada uno, se espera que la acción desborde por completo cada uno de los capítulos. Pero, lo cierto es que la narrativa nos ahonda más en el personaje de Saya, sus sensaciones. Todo lo que ve, escucha y siente nos es repartido en gran parte de cada episodio, a través de experiencias con amigos, caminatas y clases normales, teniendo como bocadillos de acción al Furukimono de turno en una batalla muy corta pero intensa. 


Lo curioso es que a pesar de esa narrativa tan lenta y esa aparente quietud, la serie dista mucho de serlo. Si bien vemos a un personaje principal pasearse por su pueblo, convivir con amigos y estudiar, la sensación todo el tiempo es que hay algo que no va bien en ese lugar. Son los elementos como los planos, la paleta de colores, y la música los que hacen que esa aparente quietud se destruya y nos mantenga a la espera de algo que no aparecerá sino hasta muy tarde en la serie. Pero la espera valdrá la pena. 


Hablando del campo visual, el diseño de las CLAMP no pasa por alto. Esto radica más en una opinión subjetiva, pues personalmente este diseño de personajes es el que más me gusta de toda la saga. Compararlo con los otros diseños ciertamente seria incongruente, algo así como comparar leche con chocolate. Del mismo modo, el diseño de los enemigos de turno no es muy bien visto por la fanaticada, y más que por el diseño, suele aludirse al tipo de enemigo. En las primeras entregas encontramos a los Quirópteros  o Vampiros, lo cual generó que ver nuevos seres llamados Furukimonos, o antiguos, fuera un cambio muy negativo y brusco para los seguidores de la saga. 


Nuevamente hago énfasis en reiterar que no todo cambio es destructivo. Aunque sabemos muy poco de Saya en todas las entregas, percibimos de manera clara su naturaleza vampírica. Un vampiro destruyendo vampiros siempre será interesante. Pero, ¿Y si destruyera algo más? Las monstruosidades de turno en Blood C, Furukimonos, nos son presentados de diversas formas. Criaturas de pesadilla dignas de cualquier historia Lovecraftiana, muchos de ellos con diseños inspirados en mitos japoneses, y lo único que sabemos de ellos es que han vivido desde tiempos lejanos alimentándose de la humanidad. Vale, que no todo enemigo tiene que ser un vampiro para que sea interesante. 


Pero, ninguna serie de monstruos, y sobre todo en donde aparece una vampiresa, estaría completa sin sangre a borbotones. La saga de Blood siempre ha tenido un contenido violento, pero la peculiaridad que observamos en Blood C es el alto contenido Gore a diferencia de las otras series. Pero resulta curioso que esto sea objeto de critica, ya que si lees cualquier sinopsis, o aun viendo la primera batalla del primer episodio con el enemigo de turno, sabrás que lo que te espera es un alto contenido de sablazos, sangre, sangre.... y más sangre. Ciertamente este tipo de contenido no es digerible para todos, pero si te lo advierten desde la etiqueta, no te quejes cuando te lo bebas. 


Si conociendo todo lo anterior aun decides ver la serie, el final habrá valido la pena. Si eres un amante de los giros de trama seguro quedaras cautivado, ya que aun cuando intuimos que la historia tiene algo raro, nunca nos prepara del todo para lo que viene. Un final digno de Truman Burbank, y un mar carmesí que te hará estremecer. 

Finalmente, como sugerencia para el lector interesado y aun ajeno a la saga, coincido con muchos post que he leído en que si deseas adéntrate en la franquicia de Blood, Blood C es sin duda la mejor opción para comenzar. Después, claro está, los gustos pueden definir tu preferencia en la saga, pero si eres un amante del gore, los vampiros, lo sobrenatural y la estética audiovisual, esta historia no es una que debas menospreciar. 





  


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